Amadeo Carrizo: con mayúsculas, una leyenda del fútbol argentino

22.03.2020

En la madrugada del pasado viernes 20 de marzo, falleció a la edad de 93 años víctima de una penosa enfermedad. Había nacido en 1926, en la ciudad santafecina de Rufino. Ciudadano ilustre de la Ciudad, residente del barrio porteño de Villa Devoto. Don Amadeo conversó con el cronista hace 8 años en un bar de la zona en una charla para los medios locales con motivo de su cumpleaños 85. Recuerdos, anécdotas y vivencias de una gloria del arco de River por 23 temporadas. Pasó por Millonarios de Colombia, se retiró en 1970. Defendió la valla de la Selección.  

Cuando la silueta de Amadeo Carrizo asomó en la entrada del bar, un respetuoso silencio acompañó el ingreso del arquero más destacado de todos los tiempos del fútbol argentino. Y, un aplauso cerrado le siguió hasta que se acomodó en un sector del tradicional Bar De La Plaza, ubicado frente a la plaza principal del barrio que lo tuvo como uno de sus personajes más famosos.

Era el año 2012, en su cumpleaños 85 recibió a los principales medios periodísticos de Villa Devoto, quienes tuvieron un mano a mano con Don Amadeo Carrizo. Haciendo gala de grandes reflejos, Amadeo contestó las preguntas, en algunos casos como en sus mejores tiempos de deportista atajando los centros y en otros las respuestas como si se tratara de golpes de puño a la pelota para que ésta saliera del campo de juego, aunque no fuera ni un recurso ni un estilo del agrado del legendario guardameta.

El cronista, un declarado simpatizante del equipo rival al de los amores de Carrizo, le formuló la más difícil de las preguntas, la referida a la situación deportiva de su querido club River Plate a un año del descenso de categoría de la Primera división al Nacional B. Amadeo no le esquivó a la pregunta como en los tiempos en que atajaba todas las pelotas, "la situación de River ha sido muy triste lo que pasó de que esté jugando en el descenso (Nacional B), ha sido para mí muy grave, pero confío plenamente en que mejoró el equipo". Duro con la dirigencia de ese entonces, tampoco eludió el centro que le mandó el periodista. E hizo saber de su mala relación con la directiva del club de ese entonces que encabezaba el ex jugador del club y de la Selección Nacional, Daniel Passarella. "Nooooo, sin palabras, sin palabras, estamos medios... ahí...". En un paralelo con su conflictiva salida del club en 1968, se refirió a la situación planteada con uno de los jugadores históricos de River y se interrogó, ¿al Beto Alonso no me lo echaron del club?

Con el porte y esa figura que lo simbolizó bajo los tres palos, Amadeo la emprendió contra la dirigencia riverplatense, esta vez hizo referencia al descuido de la institución de Núñez con algunas de sus máximas figuras históricas. Él estaba incluyéndose en el lote de ex deportistas de River que habían sido excluidos de la consideración dirigencial, así tomó el guante para expresar que "posiblemente porque el presidente ha sido jugador -jugador internacional- reconocido, posiblemente sienta, tal vez, que no sigue siendo él la figura máxima, en cambio es distinto quien fue un gran presidente que tuvimos que fue Antonio Liberti. Fue el presidente de River".

Identificado con el pensamiento, la filosofía y la labor dirigencial, emprendió con el recuerdo de la gran figura de Antonio Liberti, que además lleva el nombre del Estadio Monumental. "Fue el presidente de River, él junto a Bernabé Ferreyra -que soy al igual que él del pueblo de Rufino (provincia de Santa Fe)-, hizo grande a River. De avenida Alvear y Tagle con la cancha de madera compró los terrenos de la actualidad, y se lo criticaron, le dijeron no Antonio, el río se viene para acá... difícil hacer el estadio". Comentó que con el dinero de la transferencia de Bernabé Ferreyra hicieron ese Estadio Monumental. "Fue para mí el único presidente de gran valor que tuvo River. Ojalá volviera alguien así". Un respetuoso silencio entre la gente de prensa le siguió a la charla, algo que no siempre puede conseguirse en un encuentro de esas características.

Acotó sobre la figura de Liberti en una clara crítica al oficialismo partidario, "Liberti murió pobre, tuvieron que hacerle una colecta para pagar el velorio, me lo contó gente grande muy allegada a él, murió pobre". Cuando los cronistas quisieron conocer su impresión acerca de las últimas y cuestionadas dirigencias del club, el consagrado arquero se movió como en sus mejores épocas cuando salía de su valla y cortaba el centro con la fuerza y la autoridad que intimidaba a los rivales. Miró a cada uno de los presentes y pasó a otro tema, en un gesto que valió por mil palabras.

Si había una temática que a Carrizo le apasionaba conversar era sobre el nivel de los arqueros en el mundo del fútbol actual, y lo hizo con la pasión, las ganas y la sabiduría de un viejo maestro, "el nivel es... bien, mal y regular juegan así, sobresale hoy y es figura fenomenal, al otro partido ya no... lo veo así". En un intento de alcanzar una explicación válida, ante los periodistas presentes dijo que "no sé, creo que no se enseña... además, se nace jugador de fútbol, de chiquito me tiraba para acá y para allá -me contaba mi papá-".

Amadeo Carrizo fue un innovador en el puesto de arquero en las décadas del 40, 50 y 60 en que jugó. Este cronista recuerda esa historia de vida que impactó, "lo fui haciendo sin darme cuenta; era posiblemente porque de chico no sólo me inclinó el arco sino también me gustaba tener la destreza de jugador de campo, de pegar a la pelota, hacer una gambeta, de hacer un pase, todo eso le hace bien al arquero para juntar más virtudes, más técnica, más confianza de salir del arco a cortar una jugada, intuir, adivinar lo que va a hacer el contrario porque tenés que adivinar algunas veces lo que va a hacer el rival que viene con la idea de meter una pared rápida o en pase en profundidad. El arquero tiene que estar viendo, adivinando un poco eso. Y otros, como ahora se quedan, y les hacen los goles...".

Comparaciones, nombres de figuras, esas cuestiones que a la prensa y al periodismo les apasiona aunque en general carezcan de sentido y en muchos casos hasta absurdas. Se barajaron los nombres de grandes arqueros, las figuras de Hugo Orlando Gatti, Ubaldo Matildo Fillol, Antonio Roma se tiraron sobre la mesa. El cronista recuerda lo conversado sobre la figura de Gatti, "Hugo fue un gran arquero en el juego del anticipo, estuvo como cinco años como suplente mío". Expuso que "es una innovación que hizo el arquero, está el arquero ataja pelotas, que es espectacular y llama la atención -llama la atención al que no sabe mucho, al hincha que ve esa volada, cuando menos atajes mucho mejor, ¿cómo lo impedís? Y, saliendo y cortando las jugadas, pero eso no llama la atención". Amadeo se dio el lujo de hacer una caracterización de los guardametas en la actualidad, "son puñeteros, a mí el arquero que puñetea no me gusta mucho, cuando viene el centro hay que ir con la idea de agarrar la pelota porque ahí termina la jugada, con el puñetazo no termina la jugada y puede venir el gol".

En el cierre de la conversación con los medios de la localidad, este cronista le pidió que hiciera una referencia al rival futbolístico de toda la vida, "el recuerdo que tengo cuando por primera vez le ganamos a Boca en la cancha de Boca, en el año 1948, me acuerdo porque era la primera vez que River ganaba en la cancha de Boca. Y el último partido que jugué contra Boca fue aquel famoso partido de la tragedia de la Puerta 12 -donde murieron 72 espectadores en lo que se conoce como la mayor tragedia del fútbol argentino-, atajé muy bien, salimos 0 a 0, fue un recuerdo muy grato".

Como sucede en toda entrevista, lo que no se graba suele resultar una charla valiosa y enriquecedora que sirve para ilustrar sobre la figura del entrevistado. La modestia de un grande es la síntesis que pudo sacar el periodista tras un breve intercambio de palabras. Pretendió el cronista sacar alguna definición que le sirviera de título de la nota acerca de la relación que tenía con otro grande del arco argentino y contemporáneo de Carrizo, el arquero boquense Antonio Roma. "Pibe, ese era un grande, un arquerazo, nos enfrentamos muchas veces pero siempre nos tuvimos un gran respeto, una admiración mutua. Él era mejor". La sonrisa cómplice y el saludo afectuoso en la despedida. Era un encuentro en el que festejaba sus 85 años. La nota concluía con la siguiente frase de cierre, "Amadeo Carrizo ostenta el reconocimiento unánime de todos los aficionados del fútbol argentino, y eso no es poco en un medio muchas veces ingrato con sus máximas figuras".

Claudio Morales*

*Periodista. Corresponsal, Colaborador y Productor Periodístico de medios de comunicación argentinos y del exterior. Director fundador del Grupo Pasteur, primer colectivo multimedia cultural-educativo juvenil de la Argentina.