El Cartero y el Quemero, un empate 0 a 0 con sabor amargo que generó alarmas en los cuerpos técnicos

15.12.2020

Comunicaciones y Acassuso no pudieron romper la igualdad en un partido parejo. Ambos equipos salieron a la cancha con la ilusión de llevarse los tres puntos, pero rápidamente cedieron ante el miedo por perder el control de la pelota. Escasas acciones ofensivas frente los arcos que, a pesar de los cambios de jugadores en la segunda etapa, no lograron revertir el empate. Los técnicos mostraron su decepción por un resultado que los condiciona.   

Segunda parada futbolística en el estadio Alfredo Ramos entre los equipos de Comunicaciones y Acassuso, en el camino por el ascenso a la segunda categoría del fútbol argentino. En una tarde de domingo, plena para la práctica del fútbol de Ascenso, el explosivo recibimiento a las casacas aurinegras con la pirotecnia lanzada desde el club por la hinchada de Comu conmovió a los presentes en la platea, y muy seguramente a los jugadores en el campo de juego. Con el arbitraje de Mauro Biasutto, los jueces de línea Cristian Colonese y Leandro Vieta, y el cuarto árbitro Javier Delbarba, se dio comienzo al partido en la Agronomía.

Mientras los jugadores de ambos planteles se estudiaban mutuamente, el primero en intentar dar el golpe en el área rival fueron los de Ssuso, a los 6 minutos, con un centro del volante ofensivo Claudio Salto (10) que Otarola rechazó enviándola al tiro de esquina. El corner desde la izquierda con un centro que cruzó el área cartera sin que ninguna cabeza pudiera conectar el balón para meterla adentro del arco o para rechazarla bien lejos.

Dos minutos después, una falta de Ruquet generó un tiro libre de Lucas Medina que en la forma de centro cruzado cayó cerca del segundo palo, nadie pudo pegarle a la pelota en medio de una multitud de piernas y de cuerpos caídos en el área chica, con Casoppero y Ruquet desesperados en el suelo mientras que Agustín Benítez se disponía a convertir el gol para su equipo, anulado por el árbitro Biasutto por mano del volante central azul que aceptó el fallo sin protesta alguna.

Un minuto después, el medio Salto disparó -por el carril izquierdo- un tiro rasante al segundo palo de Otarola que controló sin problemas. A esa altura del partido el dominio del balón lo tenía Comu, pero los dirigidos por Franchini no lograban enhebrar la puntada final a la jugada.

Sobre la media hora de la etapa inicial, la paridad en el terreno de juego era absoluta. Como pudo llegar cerca de la valla custodiada por Juan Dobboletta con un tiro libre en el costado derecho que Matías Ruiz Sosa ejecutó con la precisión de los que saben para la cabeza del central Leandro Lugarzo, cuyo frentazo pasó a milímetros del poste derecho del guardapalos. Fue la jugada más clara para las casacas aurinegras.

Un minuto después, pareció encenderse el clima del partido con una jugada armada por Marcelo Scatolaro desde la zona central, éste dio un pase cruzado hacia la izquierda para Ruiz Sosa, caminó unos pasos y luego hizo un centro al medio del área, la rechazó el central Luca Falabella pero el balón pegó en el brazo derecho de Andrés Zanini -brazo pegado al cuerpo- que el arquero alcanzó a contener ante el reclamo de los jugadores del Cartero que desatendió el árbitro Biasutto. Parecía despertarse el Aurinegro de la siesta dominguera que llegaba desde los extremos, pero los centros de Ruiz Sosa y de Nakache terminaron en las manos de Dobboletta. Facundo Pumpido, centrodelantero perdido en la línea de defensores quemeros, no alcanzaba a recibir la pelota en forma limpia.

Poco, demasiado poco en un partido que transitaba en una meseta. A los 38, Real desde la derecha mandó un pase al área en la forma de centro en busca de la cabeza de Franco Caballero, le quedó a Rojas quien lanzó un derechazo que Otarola detuvo arrojándose al medio de la portería. El telón que se bajó y los protagonistas que se dirigieron a los vestuarios, con los cuerpos técnicos analizando y pensando cómo abrirse camino hacia el arco de enfrente. Pero, el panorama parecía complicado en una tarde donde el fútbol estaba ausente con aviso.

A los 4 minutos del complemento, la ilusión se apoderó de los pocos hinchas presentes en el estadio en el rol de dirigentes, periodistas y de allegados -un término difuso en su significado en el ámbito del fútbol argentino-. Una rápida salida de Fernando Otarola con un largo pelotazo a la línea central que Matías Ruiz Sosa transformó en una gran jugada corriendo unos metros en campo quemero, lanzó una pelota en profundidad para la llegada de Facundo Pumpido en la puerta del área arrastrando la marca de los centrales Zanini (2) y Falabella (6). El delantero pudo controlar el balón, pero ante el achique del portero y del 6, hizo un amague para sacárselos de encima, logró hacer un pase desde el piso hacia el lado derecho ante la llegada de Diego Nakache, cuyo remate al arco pasó por encima del travesaño ante la mirada desesperada del arquero.

Tres minutos más tarde, la ilusión de los presentes se había convertido en aplausos, parecía que Comu sentía una inyección de fútbol. Diego Nakache emprendió una rauda carrera por el andarivel derecho sumando a su marcha hasta cinco casacas rivales, abrió una grieta en el fondo del Quemero e hizo un pase largo para adelante que recibió Ruiz Sosa, dejó a uno de los centrales fuera de foco y dentro del área de Acassuso se acomodó para fusilar al arquero. Dobboletta se quedó parado procurando agigantar su figura para que el habilidoso volante creativo del Cartero se asustara, el 10 aurinegro al enganchar se llevó por delante a Falabella -que seguramente lo tocó suave abajo-, tirándolo al piso-. El árbitro no compró la protesta de los jugadores de Comu.

Otra ilusión que se prendió a los 10 minutos, una falta al volante ofensivo Ruiz Sosa que ejecutó el hábil jugador -que lucía el número 10 sobre su espalda con la gallardía y el compromiso que lo caractericen-. El remate lo ejecutó en la forma de centro que Facundo Pumpido no pudo conectar ante la atenta salida de Dobboletta que sacó la pelota al tiro de esquina. Dos minutos después, las ilusiones se reinstalaron con una hermosa pared entre Diego Casoppero y Marcelo Scatolaro, que en el medio del terreno quemero asemejó un tembladeral para la línea defensiva de Acassuso. La recibió por izquierda el movedizo Diego Nakache, quien no pudo rematar al arco ante la marca del defensor Lucas Medina con una barrida al piso. El tiro de esquina, Nakache estuvo a punto de conectar su cabeza con el balón.

Más ilusiones para el pueblo cartero que con el correr de los minutos se impacientaba, sobre los 17, un pase hacia atrás de Zanini hacia el arquero Dobboletta quien intentó salir jugando con los pies, pero al salirle Facundo Pumpido a presionar al guardameta, le rebotó el balón en el cuerpo del delantero, dio una media vuelta para controlar la pelota mientras en forma presurosa el portero volvía a ubicarse debajo de los tres palos y se acercaba el central Falabella, le pegó al balón como si fuera una pelota pinchada perdiéndose cerca del primer palo.

Sueños, sueños son. La pregunta es, quién podría quitar las ilusiones a los hinchas de Comu. Ciertamente, nadie. A los 19, Lucas Banegas cortó magistralmente una jugada de ataque de Acassuso y avanzó por el medio del campo de juego cortando en dos al equipo de casacas azules. Dejó atrás a Agustín Benítez (5) con un toque suave en dirección de Diego Casoppero. El volante cartero inició una elegante corrida con un tranco suave, la trasladó unos veinte metros, se la dio a Ruiz Sosa por izquierda. El 10 entró al área, enganchó la pelota, se sacó la marca de Federico Real y se la cedió a Casoppero, quien lanzó un derechazo sin dirección que se perdió lejos del arco pero que la acción del joven deportista fue aplaudida porque resultó un interesante soplo de buen fútbol.

Acassuso recién tuvo una acción favorable a los 27 minutos, una pelota que trasladó el mediocampista Claudio Salto en el sector izquierdo, se la dio a Rojas que volvió a combinar con Salto, éste lanzó un centro envenenado al área cartera que conectó la cabeza de Auzmendi y la pelota pasó rozando el palo derecho de Otarola ante la estirada del guardavalla.

Las agujas del reloj seguían corriendo, pero ambas escuadras jugaban a un ritmo lento, a pesar de las variantes en los planteles no alcanzaban a dar vuelta el 0 en una paridad del marcador que se asemejaba a una sentencia escrita de manera anticipada.

El pitazo final del árbitro Mauro Biasutto sentenció el empate, tal vez, un castigo a los entrenadores por la carencia de variantes y de jugadas que le imprimieron al cotejo una dinámica de fútbol que fuera del agrado de carteros y quemeros. Un partido parejo y cerrado que no será recordado por nadie, que quedará en el olvido mientras el camino hacia el ascenso a la Primera Nacional se ve obstaculizado. Y eso preocupa a los hinchas...

Claudio Morales*

*Periodista. Corresponsal, Colaborador y Productor Periodístico de medios de comunicación argentinos y del exterior. Director fundador del Grupo Pasteur, primer colectivo multimedia cultural-educativo juvenil de la Argentina. Director de Pregoneros (pregoneros.info)


IMPORTANTE: La cobertura fotográfica del partido está disponible para su uso y descarga gratuita en https://padlet.com/pregoneros2020/torneotransicion .