“Lo más importante es tener siempre los pies en la tierra y nunca creerse más que nadie”

06.09.2020

El central de la Tercera, Ulises Morán, conversó de manera virtual con Pregoneros en tiempos de la pandemia mundial de Covid-19. Un joven que con sus 20 años tiene un importante recorrido por las divisiones inferiores del fútbol de Ferro Carril Oeste, Los Andes, Vélez Sarsfield y Comunicaciones. Un chico que fue convocado para integrar el banco de la Reserva a finales de 2019, pero su debut oficial se registró este año en el reinicio del torneo con el brazalete de capitán. "Para mí es un orgullo, un premio y una responsabilidad muy linda ser el capitán de un equipo y más estando en Reserva, pero a esta altura no soy más que ninguno de todos los chicos que estamos en Reserva". Siente, sueña y se apasiona con el fútbol, integra la nueva generación de juveniles que visten la casaca aurinegra en la Reserva y entrenan en cuarentena con una mirada positiva en la vuelta al fútbol en el Alfredo Ramos. 

Cuando un juvenil que integra el plantel de la Reserva de un club de la B, recibe la confianza de su director técnico para debutar en el certamen de la Tercera B luciendo la cinta de capitán del equipo, el club seguramente realiza una apuesta al futuro, a la búsqueda de los jugadores que desde las juveniles puedan codearse a corto plazo con el plantel de la Primera en los entrenamientos físicos y futbolísticos. Es el caso de Ulises "Pipo" Morán, un pibe de 20 años cuya historia deportiva entra en la vorágine propia de la adolescencia. Lleva en sus hombros una mochila con la carga de sueños e ilusiones cimentados en las divisiones inferiores de Vélez Sarsfield, Ferro Carril Oeste, Los Andes y Comunicaciones. Un jugador que siempre rescata lo positivo de cada experiencia vivida, aún en los momentos más complejos y dolorosos para todo pibe que alguna vez un técnico le dijo que no sería tenido en cuenta.

Con tenacidad, un poco de tozudez y enorme amor propio superó todas y cada una de las adversidades de la vida. Sin lugar a duda, "Pipo" enfrenta el golpe más duro de la vida como la pérdida de su hermana en medio del aislamiento social por la pandemia del Covid-19. Le expresó al cronista que "lamentablemente en el medio de este momento tuvimos la pérdida de mi hermana, nos golpeó muy duro porque no se lo esperaba, pero acá estamos más unidos que nunca con mis viejos y como se puede vía videollamada o mensajes con nuestros seres queridos esperando a que termine la cuarentena para poder estar todos juntos otra vez".

En estos tiempos complejos que se viven en el mundo con la enfermedad del coronavirus, "Pipo" Morán no esquivó hablar del tema, "la mayoría de los días estamos tristes, es lógico, pero nuestros amigos nos hacen llevarlo de un mejor modo, les agradezco con todo mi corazón". Morán se muestra agradecido con cada uno de sus amigos, pero tuvo unas sentidas palabras hacia un compañero de equipo por la estrecha relación de amistad y hermandad que lo une, "tengo una relación muy cercana con el "Paragua" Salinas, es de la familia ya, él también perdió una hermana, lo quiero mucho, vino a mi casa a estar con nosotros a pesar de la cuarentena y estuvo en todo momento con nosotros".

Esa es la historia del adolescente que, todas aquellas personas que lo conocen destacan y resaltan esa ancha sonrisa como sello distintivo, la armadura que lo protege y le da fuerzas para no caerse jamás. "Pipo" Morán, el central que juega en la Tercera división cartera que dirige una de las glorias de la institución, Sergio "Colorado" Leroy. Ese muchachito que hacía de las suyas con la pelota en el baby de un club de Caballito y a la misma edad impactaba a sus compañeritos del jardín de infantes con una pelota de papel, y mostraba ese semblante positivo que las maestras le destacaban a sus padres. El niño que años más tarde en la primaria jugaba en cada recreo con una redonda de goma y que en las clases de educación física era feliz cada vez que el maestro permitía que los chicos hicieran un partidito. A esa edad soñaba con jugar al fútbol, era aquello que lo hacía feliz y sus padres no dudaban en seguirle los pasos a "Pipo", como lo expresó la madre al cronista, "desde muy chiquito supo que quería ser futbolista, con el pasar de los años y las experiencias en diferentes clubes mantiene muy fuerte en su convicción, y eso para un adolescente en estas épocas llenas de tentaciones de todo tipo es muy loable".

Del baby en Caballito a cancha de 11 en Agronomía

Ulises Morán, como todo pibe de barrio que patea una redonda de plástico, de goma o de cuero en la vereda de su calle o en un terreno baldío de Lanús donde vivió en tiempos de su niñez. O en el barrio de Floresta durante su adolescencia. Respira y siente el fútbol de una manera diferente e intensa, "la caprichosa siempre fue y será su gran compañera, sea de medias, papel, plástico o cuero, sea en la calle, en casa, en la plaza o dentro del campo de juego, él sabe cómo tratarla, cómo cuidarla, cuándo mimarla y cuándo acariciarla. Uno ve su evolución con gran admiración, con orgullo y emoción, es hermoso saber que tanto esfuerzo, esmero y constancia van dando su fruto", sentenció Lucas Morán, hermano mayor de "Pipo".

Nacido un 8 de abril de 2000, el defensa del Cartero le expuso al periodista que su contacto con la pelota se remonta a la edad de los 4 años, "arranqué jugando al fútbol en un club de baby en Caballito -que se llama Primera Junta-, hice casi todo el baby ahí, también jugué en Oeste y en Estrada de Almagro".

Rememoró que "cuando estaba en Oeste en el año 2010, el técnico nos lleva a mí y a dos chicos más a probarnos a San Lorenzo, a cancha de 11, fuimos y estuve todo el año con que quedaba, no quedaba, quedaba, no quedaba por cosas mínimas, no quedé, pero sirvió de experiencia para saber cómo era el ámbito de cancha de 11". Agregó que "de ahí me fui a Vélez Sarsfield, donde si quedé, a todo esto, ahí jugaba de 5, jugué todo el año en Liga y cuando me iban a subir a AFA cambiaron de técnico y el que vino me dejó libre, el DT quería jugadores altos y yo con 11 años todavía no había pegado el estirón".

Un chico que buscaba un lugar adecuado donde mostrar sus dotes futbolísticos, su destreza, su marca, no resultó fácil la tarea. "En el 2012, tuve una prueba en Comunicaciones y en Ferro, quedé en ambos clubes, pero como conocía chicos que jugaban en Ferro me fui para Caballito". Prosiguió con el relato, "ahí estuve un año alternando Liga y AFA, en Ferro empecé a jugar de 8, después pasé de 5 y terminé alternando de 8 y de 4". Sin hallar el club adecuado a sus intereses, dijo que "en 2013 vuelvo a Vélez Sarsfield, tuve un año medio flojo, y ahí decidí ir al Cartero en busca de continuidad". Morán ya formaba parte de las inferiores de Comunicaciones, "estuve dos años jugando de 8 casi todos los partidos, en Novena y Octava tuve la posibilidad de ser el capitán en algunos partidos, una linda experiencia".

Morán hace referencia a un momento fundamental de su camino por las inferiores del fútbol del Ascenso, "en 2016 me fui con un convenio de por medio a Los Andes, el primer año jugué en Liga -salimos subcampeones en el torneo y subcampeones en los juegos bonaerenses en Mar del Plata-. En 2017 fue el año donde un técnico me agarró y me dijo, vos vas a jugar de central -ahí ya había pegado el estirón y era bastante alto-, así que desde ese año estoy jugando en la famosa cueva". Confió que "en 2018, aunque sin jugar tantos partidos como a mí me hubiera gustado, jugamos la final del torneo con Aldosivi que ganamos 1 a 0 y salimos campeones".

Mientras "Pipo" dialogaba con Pregoneros, su padre pidió la palabra, "tanto en el baby como en 11 lo sigo a todos lados, fuimos por todo el Conurbano, a Mar del Plata, Chivilcoy, Pergamino, Entre Ríos, donde toque, no importa. Siempre voy detrás del micro, aunque tenga que ir como máximo a 100 kilómetros por hora, en algún momento sé que Pipo se puede asomar y mi satisfacción es que él vea el auto atrás, de ida y de vuelta". El jugador volvió a ocupar la escena en la entrevista virtual, "ya tenía la cabeza en querer irme y cuando termina el año voy, decido hablar con el técnico para pedir el pase y el DT antes de que le dijera algo, me deja libre y ahí mí pase volvió a Comunicaciones por el tema del convenio".

Nada es sencillo en la ruta de un futbolista, el caso de "Pipo" Morán confirma la regla. Es un joven que siempre quiere superarse, no se conforma con lo logrado. Tiene aspiraciones en el deporte, cuenta con el apoyo familiar y posee una encomiable fuerza de voluntad. "Recuerdo con gran detalle los comienzos de él en las canchas, era un placer poder ayudarlo a ponerse las vendas, botines e ir caminando esas dos cuadras para ir a entrenar. Ya desde los entrenamientos se veía su potencial, carácter y humildad; luego en cada partido sin importar el resultado él dejaba todo de sí mismo, ya empezaba a dar sus primeros rugidos de león y era una victoria para todos nosotros tan sólo con verlo, uno sabía que la garra no iba a faltar, si tenía que jugar abajo, al medio o arriba lo hacía sin cuestionar, incluso más de una vez se puso los guantes y fue al arco". Una bella y generosa descripción que corresponde a su hermano Lucas, en diálogo con el cronista.

Ulises Morán se refirió a la vuelta a la Agronomía, "a Comu tenía que venir a probarme también porque no era que quedaba libre y ya jugaba en Comu, me probé de 8 como a mí en realidad me gusta y el Colo junto con el Polaco Strelau me pusieron de central otra vez. Y así fue como arranqué jugando al fútbol hasta el día de hoy". "Pipo" volvía a su casa como siente a las inferiores del Cartero, otra vez la felicidad de vestir la aurinegra, con la pasión y la energía de pelear por un lugar en la Reserva. La mirada de Leo Morán, padre de una familia que acompaña y comparte la vocación futbolera de "Pipo", en conversación con el reportero afirmó que "disfrutamos en familia, ese día íntegro, la previa, siempre somos los primeros en llegar, tomamos unos mates y voy disfrutando hasta la entrada en calor y volvemos en el auto recordando jugadas, comentado sus participaciones, en fin, soñando su sueño". Sostuvo que "gracias a Dios, Pipo no tiene la presión de salvar a la familia, no nos sobra nada y no tenemos techo propio, pero tampoco nos falta, entonces él juega, para sentirse realizado, para ser feliz y porque ama el fútbol".

La llegada a la Reserva

Con gran ansiedad, el central aurinegro compartió cómo se dio el arribo a la Tercera, "el año pasado en uno de los últimos partidos (contra Argentino de Quilmes) fui al banco de Reserva, no tuve la suerte de entrar. Este año, en el primer partido contra Fénix, arranqué el partido de titular y también siendo el capitán, un orgullo". Expresó que "estaba tranquilo pensando en hacer un buen partido, hacer bien mi tarea y tratar que desde la línea defensiva trasmitirle seguridad a los de adelante". En efecto, las declaraciones de Leo Morán dan certeza de la entrega de su hijo, el defensa central que juega en "Comu", "Pipo deja todo en cada partido, transpira la camiseta de verdad y habla, habla mucho, ordena a los compañeros y va a cada pelota como si fuera la última, lo deja todo, en cualquier cancha. Es líder, respetuoso y enérgico. E intenta acatar lo que el DT le pida".

Ulises Morán evoca el momento en que llegó a la Tercera, la categoría del club que antecede a la Primera. "Pipo" compartió con Pregoneros cómo se dio el debut en la Reserva, "el debut se empezó a formar en base a mis rendimientos en Cuarta -creo yo- donde el Colo pudo ver todo lo bueno y lo malo mío, y luego poder llevarme a Reserva". Dijo, "que el Colo me haya dado varios partidos consecutivos en Cuarta me dio confianza para estar hoy donde estoy. Me acuerdo que en la semana veníamos hablando con los chicos a quién iba a poner de capitán porque hasta el momento nos había dicho todo lo que teníamos que hacer y cómo jugar pero faltaba eso". Con la emoción, la ansiedad a cuestas y mucho orgullo siguió el relato de lo sucedido esa tarde que quedará grabada en la retina y en la memoria, "una vez llegados al vestuario nos reparten la ropa de partido y en el medio de la mía estaba la cinta de capitán".

Con la jerarquía que lo caracteriza y la serenidad para asumir las responsabilidades, "Pipo" Morán sentenció que "para mí es un orgullo, un premio y una responsabilidad muy linda ser el capitán de un equipo, y más estando en Reserva, pero a esta altura yo no soy más que ninguno de todos los chicos que estamos en Reserva". Agregó el alto defensor que "para llegar no solamente hay que ser bueno futbolísticamente, y yo creo que todos tenemos buen diálogo y que cualquiera de nosotros podría ser el capitán tranquilamente". Acotó, "estoy encantado de ser el capitán, también eso me hace ver la confianza que tiene el técnico y los chicos en mí"

Al cronista le compartió las imágenes y sensaciones que vivió antes del partido, "el día anterior me acosté pensando jugadas, momentos, alguna que otra patadita, pero tranquilo llegamos al vestuario con el Chaco tomando mates, estaba bien, estaba contento por estar ahí". Un dato que ilustra cómo estos pibes de las inferiores viven el día a día de su gran pasión que es el fútbol, en el recuerdo del padre de Ulises Morán, "el día del debut en Reserva como capitán salió del trabajo raudamente en bicicleta para llegar al partido". "Pipo", como sus compañeros de equipo son pibes distintos en el campo de juego, aunque en la vida cotidiana, en la calle, se muestren como cualquier otra persona. Cuando salen a la cancha sufren una transformación, la pasión y la locura por la redonda los lleva a vivir con toda intensidad cada momento de juego, cada entrenamiento, el vestuario.

Una mirada hacia atrás

Ulises "Pipo" Morán habló de su familia, para él es lo más natural del mundo, está agradecido con cada uno de ellos, siente que su lugar en la tierra es su casa. Reconoce el esfuerzo y el sacrificio de los padres a lo largo de los años para que sus sueños e ilusiones se concretaran, "mi familia es una pieza muy importante en lo que va de mi carrera, siempre estuvieron conmigo apoyándome en todo momento y yendo a ver cada partido mío sea donde sea". Cree que hablar del aliento familiar hacia su carrera es un acto de justicia, "mi viejo se ha ido antes del trabajo a veces para verme jugar, lo mismo mi mamá, y mis hermanos también siempre estuvieron ahí, últimamente mi hermano no tanto porque ya es grande -tiene su familia- pero siempre está con un mensajito de aliento". Sereno y emocionado dijo que "ahora mi hermana no está más físicamente, pero sé que siempre va a estar conmigo en todo momento sea futbolístico o no. Estoy muy agradecido con la familia que tengo, jamás hubo una pelea y siempre que hubo algún altercado fue solucionado por el diálogo. Estamos pasando un momento duro ahora, pero le estamos poniendo garra". Madurez en la conversación de un juvenil que retribuye en conceptos el apoyo de la familia y sus amigos, lo hace con la humildad de un gran futbolista que no tiene nada que demostrar, es un sello distintivo de su personalidad.

El marcador central Ulises "Pipo" Morán, que aspira a un lugar en la máxima categoría del fútbol aurinegro, se refirió a aquellas personas que en el mundo del fútbol dejaron una huella, una marca indeleble que moldeó el camino de este pibe desde el baby de pequeño hasta su actualidad en el Cartero de Agronomía. Aseguró sin dudar un segundo, "técnicos que me dejaron algo, todos, porque de todos algo de aprende, lo que está bien, lo que está mal, el trato como persona, todos tienen algo". Enfatizó que "si tengo que elegir me quedo con dos técnicos, Mauro Baldini que lo tuve en el baby y en Ferro -el tipo está loco, vive cada partido con una intensidad bárbara, me encanta- me marcó porque me hizo ver que todos los partidos son importantes, juguemos contra el último o el primero hay que jugar igual, con las mismas ganas". Agregó, "el otro, Roberto Tortilla, más allá de todo lo futbolístico que aprendí también me enseñó a ser una buena persona, ser siempre solidario, buen compañero, no faltar el respeto adentro y afuera de la cancha".

El reconocimiento a quienes fueron parte en el crecimiento futbolístico de los jugadores en la voz de los juveniles de Comunicaciones, expresa el nivel humano y la personalidad de estos deportistas. "Pipo" Morán es uno de ellos. En cada palabra, en cada frase del zaguero central, lo exhibe como un auténtico fenómeno y lo muestra generoso, agradecido a la vida. Precisamente, no ahorra elogios hacia uno de los preparadores físicos que más lo ayudó, "un profe de Vélez de nombre Andrés -no me acuerdo el apellido-, cuando estaba en Vélez entrenamos los martes y miércoles en el estadio y los viernes en la Villa Olímpica, hasta el momento había ido con mis viejos a todos los entrenamientos pero esa vez era diferente, ellos nos podían ir a la Villa entonces estaba asustado y no quería ir, ahí fue cuando el profe Andrés se me acercó y me dijo, ¿vos querés ser jugador de fútbol? Subí al micro que vamos para la Villa", eso siempre me lo acuerdo". Además, recordó "un padre, de uno de los chicos de baby que después terminó siendo DT ahí en el club, Gaby Cenci, que desde que llegó al club siempre me dio aliento y palabras de apoyo, me dio mucha confianza para desenvolverme adentro de la cancha, un genio".

El presente en Reserva y una mirada al futuro

En el fútbol como en la vida nada es seguro, la titularidad jamás está asegurada en un equipo de fútbol, particularmente cuando la institución de Agronomía cuenta con una cantera que sirve de espacio de formación de camadas de jugadores, año tras año. "Pipo" como sus compañeros creen en sus condiciones futbolísticas, pero también entienden que para continuar la carrera hacia el máximo objetivo no pueden relajarse ni un segundo, no pueden conformarse, siempre tienen que pensar en nuevos desafíos. Ellos saben que hay momentos en que la titularidad se torna más accesible, y en otros momentos la pelea se da desde el banco de los relevos. Se muestran preparados mental y físicamente, se los ve maduros, críticos, reflexivos, tal vez, porque creen en sus propias condiciones y salen a dar la batalla.

Ulises Morán expuso que "en el fútbol nada es seguro y yo creo que justamente eso es lo que te hace estar todo el tiempo activo y no regalar nada en ningún momento, en el caso de que seas titular y siendo suplente hay que estar tranquilo, hacer las cosas bien, dar lo mejor siempre y esperar a tener la oportunidad y una vez que la tenés no desaprovechar, a veces hay una jugada que marca tu destino por ahí la haces mal y se te hace todo cuesta arriba o por ahí la haces bien y te da otra confianza, te animas a hacer otras cosas pero lo más importante es siempre tener los pies en la tierra y nunca creerse más que nadie".

Remarcó que "es difícil porque uno siempre quiere estar adentro de la cancha, pero cuando toca estar afuera hay que apoyar a los 11 que les toca entrar y estar siempre preparado por si el DT te necesita". Aseguró que "hay veces que estando afuera hacés los gestos, los movimientos como si estuvieras jugando. Desde afuera se ve distinto, uno por ahí piensa cuando pase esto hago tal cosa, pero una cosa es verlo desde afuera y otra cosa es estar ahí, es más complicado de lo que muchos piensan". Tuvo palabras de agradecimiento hacia el técnico de la Tercera división, "es un orgullo, un premio a todo mi esfuerzo y una responsabilidad muy grande, agradezco al Colo y a los chicos por darme esta hermosa responsabilidad. Es algo muy lindo, pero trato de no darle mucha importancia porque ser capitán no es ser el mejor del equipo, uno tiene que saber cuál es su rol dentro del equipo, me gusta ser el capitán".

En el cierre del reportaje virtual, "Pipo" Morán charló acerca del significado del fútbol, de la loca pasión por la pelota, la redonda que corre por el verde césped del estadio Alfredo Ramos y en todas las canchas del fútbol. "Es una sensación muy linda, jugar en el estadio está buenísimo, ojalá algún día pueda hacerlo con la gente de Comu alentando desde la tribuna. Es una responsabilidad también, nos tenemos que hacer fuertes de local y este plantel tiene con qué".

Este cronista que sigue al equipo del técnico Sergio Leroy piensa que este jugador tiene un enorme futuro en el club, en la nota para Pregoneros el central se mostró afable y desinhibido a lo largo de la conversación, sabe dónde está parado en lo futbolístico. En lo humano se expuso como un juvenil con la humildad, la sencillez y la sabiduría propia de la magia que tiene en sus pies y en su físico. Morán sueña con su futuro, disfruta con su presente, "como objetivo más cercano, seguir aprendiendo y sumando minutos en Reserva, poder subir en la Primera y cumplir mi sueño que es debutar en Primera, después más adelante se verá cuáles son las próximas metas, pero por el momento esas".

Se despiden de la conversación imaginaria con un saludo a la distancia, "Pipo" y su familia, disfrutan del momento que transita el defensor central. La madre comentó que "en estas épocas llenas de tentaciones de todo tipo, es muy loable verlo disfrutar de lo que hace, es hermoso ya sea con un triunfo, un empate o una derrota ahí siempre estamos acompañándolo, y así seguirá siendo porque para mí como mamá, es mi jugador favorito de todas las canchas". Su padre no podía despedirse sin dejar una última idea, "es el capitán de la Reserva, el próximo y máximo anhelo y para lo que se entrena y prepara todos los días, es para el debut en Primera, es su sueño, es nuestro sueño".

"Lo importante es su felicidad y sé que dentro de la cancha lo es, entonces ello nos da el pie para apoyarlo y bancarlo en este que es su deseo y sueño. Por razones de la vida, últimamente no podía acompañarlo como antes, pero él sabe que lo aliento a distancia y con el corazón. Lo amo al Negro, crack dentro y fuera de la cancha", en palabras de su hermano Lucas que lo saluda con lágrimas en los ojos, en una despedida que comparte con la hermana Ursu, presente en sus corazones en todo momento.

Ulises Morán camina por las inferiores del fútbol de Comunicaciones con la tranquilidad y la ansiedad propia de la edad, tiene todas las posibilidades y las puertas abiertas en un club que lucha por el ascenso a la B Nacional y trabaja en la formación de nuevos valores desde la cantera de la institución. "Pipo" camina a paso firme por el Cartero, con una mirada de reojo en la categoría mayor mientras se consolida futbolísticamente en la Reserva. Es uno de los nuevos cracks surgidos de la cantera aurinegra.

Claudio Morales*

*Periodista. Corresponsal, Colaborador y Productor Periodístico de medios de comunicación argentinos y del exterior. Director fundador del Grupo Pasteur, primer colectivo multimedia cultural-educativo juvenil de la Argentina.